Llamó mi atención cuando supe de unos alumnos que entre llantos contaban y perjuraban haber visto aquella noche posar sobre un baldío aquel enorme pájaro oscuro con cabeza humana.
Hasta tenían ritos para espantarlo, o bien invitarlo. Pero nadie hacía el intento de invitarlo, pues como se comenta, éste concurre a la citas a la mañana siguiente. Ya no en cuerpo de ave, sino de traje y para enfrentar a quién no le teme. Son brujos que salen a volar en cuerpos de pájaros, trayendo malos augurios.
El canto de "tetué tetué" resuena en las casas de campo y los lugareños rezan para ahuyentarlos o pregonan ciertos ritos que sus abuelos les enseñaron. Uno de ellos es una frase que dice "martes hoy, martes mañana, martes toda la semana", pues tienen la creencia de que los martes los hechiceros no salen. Tampoco se burlan de ellos imitando el grito, sinó serán visitados por estos brujos.
Allá por la década del cuarenta, en un pueblo de la provincia de San juan, un jóven halló tres cuerpos sin cabeza al pie de un árbol. Conocedor de la leyenda, el muchacho se apresuró a voltear los cuerpos boca abajo. Se comenta que una vez que se voltean los cuerpos, el brujo no puede volver a ocupar su cuerpo con la cabeza y mueren al alba. Lamentablemente, fue tal la suerte de este jóven, que ni bien se disponía a girar los cuerpos, los tres pájaros aparecieron ante él. Dos mujeres y un hombre en cuerpos de ave. De ese episodio no recuerda más nada. Sólo despertó al atardecer tras haber dormido medio día y con gran desesperación abandonó ese bosque.
Al sur, en las provicias de Río Negro y Neuquén los chacareros saben del Tatué. En Chile, en pueblos como Temuco se lo conoce con el nombre del Chanchón. De allá vienen historias que hacen referencia al sumbido de sus alas, que hiela la sangre.
Generalmente, una leyenda no es más que eso. Más, como dije al principio, cuando alumnos de un establecimiento primario dicen verlo a diario, esa leyenda se torna un poco realidad. Y el hecho de que no es una persona, sino varios cursos de una escuela quienes afirman que noche tras noche el Tatué se posa en sitios baldíos trayendo malos augurios, nos deja qué pensar. ¿Quizá un pájaro de una especie desconocida vuele los cielos de la patagonia?.
Por si acaso, si alguna vez usted camina por una chacra al sur de Argentina, recorre un campo en la zona de Cuyo o bien al sur de Chile, no se ponga a gritar el canto de este pájaro... no vaya a ser que lo visiten. **77arcos**