Maniobras en el Cielo

Aquella noche de julio de un año de hace muchos años, volvía de visitar a un amigo. Estaba frío y el cielo limpio de nubes y colmado de estrellas. Caminaba rápido con las manos en los bolsillos y la cabeza gacha. No había un alma por la ciudad. Los únicos movimientos eran los de mis pasos y el vapor de mi respiración. Todo, pero todo, era quietud.

Iba a la altura de la cancha de fútbol del Club Cipolletti cuando algo me distrae, haciendo voltear mi cara hacia la derecha. Debo aclarar que yo siempre consideré a un O.V.N.I. como el significado de sus siglas, y digo esto porque no necesariamente debemos ver marcianitos ni luces de colores, ni platillos de batería surcando los cielos, ni menos aún que desciendan delante nuestro y nos lleven; OVNI es un objeto volador no identificado. Aclaro, porque lo que vi aquella noche era algo que hasta el día de hoy encasillo dentro de aquellas cuatro siglas.

Sin poder salir del asombro veía como aproximadamente unas doce (intenté contarlas) naves o luces en movimiento, hacían maniobras imposibles para aviones, de sur a norte por el firmamento. Habrán sido unos cinco segundos hasta que vi perderse en el infinito una a una las naves. Cinco segundos o menos que quedaron marcados en mi memoria. Si hasta puedo verlos
mientras les cuento.

Una vez que ya no pude distinguir ninguna de las luces, busqué a mi alrededor algún otro testigo de aquel fenómeno. Y para mi desazón, en las largas dos cuadras no había persona alguna. Entonces apuré el paso para llegar a casa y contar lo sucedido. Ver si por la televisión o la radio decían algo. Llamé a LU5 radio Neuquén y LU19 La voz del Comahue y dejé dicho
lo que había visto, por el solo hecho de compartir la experiencia y ver si alguien más lo había visto. Y esperé y esperé en vano, nadie vio aquello esa noche cerca de la una de la madrugada. O si alguien vio algo no lo compartió con los medios y mucho menos me enteré. Durante un tiempo intenté encontrarle algún significado, pero aparentemente no lo había.

El otro día pensaba, porqué hace tanto tiempo que no veo algo así. Y mi respuesta fue contundente: vivo en una ciudad de mayor cantidad de habitantes, con más edificios, menos espacios, menos cielo y menos tiempo de mirar a nuestro alrededor. Por todo esto comparto con Uds. El programa de conferencias del Observatorio de Córdoba, no para que esperen ver algún OVNI, sino para que disfruten del espectáculo que brinda el firmamento estable. O bien tengan otra opción a la hora de decir qué hago este fin de semana. No me pidan los datos de cada Ciudad (son muchas), eso que sea tarea para cada uno de Uds. Nenu Nenu!